martes, 12 de abril de 2011

La Conspiración (III)

(Un General ve golpistas hasta en la sopa)

Las acciones narradas en la anterior entrega se corresponden casi en su totalidad con el escenario de la tragedia que afecto al Estado Vargas, que concluyó con las pretensiones de lograr la presencia física de tropas estadounidenses a lo largo de su litoral, bajo la fachada de la supuesta ayuda humanitaria, lo que al dejarse sin efecto,  pudo haberse traducido en el desmontaje de uno de los tantos planes implementados por la derecha en su afán de pasar por encima de la voluntad popular que había elegido soberana y mayoritariamente al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías; la misma que el 15 de Diciembre de 1999, había aprobado  la  Constitución  Bolivariana. Lo que no terminaban de asimilar.
Muchas fueron las interrogantes planteadas, como la referida a la capacidad que se tendría de provocar  este tipo de fenómenos, lo que a muchos podría causarles  risas. Si les parece jocoso, les recomiendo se paseen por los diferentes escenarios que se han tejido al rededor de "La Caída de Las Torres Gemelas", ¿Qué las derrumbaron de veras?.  A mi no me consta. Pero la experiencia nos indica, que en el manejo del concepto de soberanía en el ámbito de la aldea global y ahora con más razón dentro del concepto de la guerra preventiva, las autoridades de los Estados Unidos consideran dentro de su accionar, la protección de sus connacionales donde quiera que estos se encuentren. Mejor ni  Imaginarnos las implicaciones que hubiese generado la presencia de tropas norteamericanas en Vargas, bajo el pretexto del incremento de la situación de emergencia.  Desde los tiempos de Aspirantes a Cadetes se nos inculco la frase: "Seguridad hasta parecer bobos".  Pero como nos decía nuestro apreciado y respetado Teniente  de Artillería POMPEYO JOSE TORREALBA RIVERO: “Bobos, pero  Bobos Vivos. No Vivos Bobos”, ¡Vacie!.  ¡Visto!
Durante los dos meses de mi permanencia continua en Vargas son muchas las experiencias vividas, entre las que recuerdo el hecho de haber recibido el amanecer  del año nuevo 2000, en las inmediaciones de la rampa 4 del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, lugar en el que tenia ubicado mi Puesto de Comando. Ello, acompañado del Cnel (Ej) Raúl Porras Avendaño, Jefe del Departamento de Contrainteligencia de la  Dirección de Inteligencia del Ejército y Jefe del Estado Mayor del Grupo de Tarea Conjunta, quien dando el ejemplo se había ofrecido para desempeñar el 31 de Diciembre de 1999 la guardia de Jefe de Servicio, permitiendo al resto de los Coroneles, recibir el año nuevo en compañía de sus familiares. Yo permanecí en el área, consciente de que en cualquier momento haría acto de presencia nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías. Tal como sucedió a primeras horas de la mañana, en la que también se  hizo  presente el Tcnel.  (Ej) Francisco Arias Cárdenas, ante quien le dije: " Mi Comandante puede concederme un favor ", a lo que este sorprendido me preguntó: "¿Que necesitas? ", respondiéndole "Nada extraordinario mi Comandante. Lo que deseo es que le de el Feliz Año a mi señora madre que esta en Puerto La Cruz". A lo que este con muestras de afecto accedió, haciéndolo desde mi teléfono celular. ¿Imagínense la alegría que pudo haber experimentado en ese momento mi señora madre?, quien también aprovecho  la oportunidad para ponerle al teléfono a otros familiares. Esas son cosas que no tienen valor económico, pero si sentimental. Traigo a colación este episodio muy personal, por considerar que cosas como estas, son las que animan a  los revolucionarios. No necesitamos cargos, soles ni prebendas para defender lo que nos ha costado alcanzar a base de sacrificios.; anteponiendo los valores y sentimientos por sobre todas las cosas. ¡Amor con amor se paga!.  Asimismo, creo haber sido uno de los primeros en enterarse de la designación del Primer Vice Presidente de la República, ya que en días posteriores, en la oportunidad de darle novedades al Señor Presidente, éste tuvo la gentileza de presentarme al Dr., Isaías Rodríguez a la vez que me hizo saber que lo había nombrado Vice Presidente de la República. De igual manera tuve la oportunidad de recibir en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, al  primer contingente de Médicos Cubanos, que llegó a cumplir funciones en nuestra área de responsabilidad para efectos de la asistencia médica requerida en las zonas afectadas. Su participación además de necesaria, fue extraordinaria. Recuerdo además como algo jocoso, que en una oportunidad en la que me le presente al Gral. Lucas Rincón, para solicitarle autorización para dirigirme hasta mi residencia en La Rosaleda, con la finalidad de resolver algunos detalles personales; al constatar que yo era el único Oficial General que permanecía a tiempo completo en el sector, éste procedió a ordenar el cumplimiento de un Rol de permanencia a ser cumplido por los Oficiales Generales y Almirantes destacados bajo su comando en vargas, correspondiéndole ese día a un marino, quien por haber sido agarrado fuera de base; casi al anochecer, manifestó que iba rápidamente a  La Rosaleda a buscar útiles personales. Pero cual sería mi sorpresa que a eso de las diez de la noche recibí un mensaje desde mi Comando, en el que se me informaba que dicho Oficial no había regresado y que el Señor Presidente había hecho acto de presencia en la zona; por lo que de inmediato tuve que regresarme a Vargas y estar pendiente para darle novedades, lo que sucedió en horas de la mañana, en la que también estaba presente el General Lucas Rincón, en su condición de Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta. Esto trajo como consecuencia que el General Lucas dejara sin efecto el rol de permanencia que había ordenado implementar el día anterior y me ordenará mantenerme en alerta de manera continua.  Lo que asumí con la normalidad y la responsabilidad que la situación nos imponía. Las disposiciones son para ser cumplidas sin dilaciones ni vacilaciones;  con el convencimiento de que: “Cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la madre calla".  Esta situación se mantuvo hasta finales del mes de Febrero de 2000, fecha en la que el General Lucas Rincón, decidió relevarme del Comando del Grupo de Tarea, designando en mi lugar al compañero de promoción GB (Ej) Darío Rubinstein Bracho, quien asumiría dicho cargo de manera temporal, a la par de sus funciones como Comandante de la 31 Brigada de Infantería con sede en Fuerte Tiuna, Caracas. Ello según, para que al regresar a mi cargo de Director de Inteligencia del Ejército, procediera a preparar la entrega de dicha dirección, a fin de recibir la Jefatura de la Casa  Militar. Lo que quedo en el aire al no designárseme sustituto alguno y al  haberse dejado sin efecto esta ultima designación. De lo que jamás fui informado. Por ello, todo lo que se pudiera agregar al respecto, sería única y sencillamente, puras elucubraciones.  Dos meses después,   en el acto de inauguración del área de pediatría del Hospital Militar "Vicente Salias", al cual asistió el Señor Presidente, éste al saludarme me dijo: que: ”GG, pareces un Súper  Policía”; lo que tomé como algo muy normal, hasta que un mes después, cuando al ser llamado por el General Lucas Rincón para informarme que por instrucciones de nuestro comandante en jefe, debía recibir a la brevedad posible la Sub Dirección de la DIM, fue cuando pude descifrar el por que del calificativo de “Súper Policía”.  Antes de pasar a comentarles mi experiencia personal en el cargo al que había sido transferido en la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar, con sede en Boleita,  considero mi deber reconocer el profesionalismo y la calidad de trabajo que para el logro de los objetivos alcanzados, puso  en práctica  el personal tanto militar como civil, que para la época laboró en la Dirección de Inteligencia del Ejército. Justo es valorar el trabajo realizado por los Coroneles RAUL PORRAS AVENDAÑO, DOUGLAS ARRIECHI ZERPA, VICTOR MEZA SILVA., IVAN COVA RAMIREZ, PINO ROLDAN, DALMIRO DIAZ CHACIN ,CARLOS PALOMO ROMERO Y FRANCISCO RODRIGUEZ.; quienes Inclusive sin recursos financieros y en momentos en que habíamos suspendidos las credenciales y recuperado muchas armas que estaban en poder de ex funcionarios (Empresarios acreditados y otros), supieron colocarse a la altura de los grandes retos, cumpliendo de manera por demás exitosa con las misiones que le fueron asignadas. Señalo sin recursos financieros, porque durante el tiempo en que me desempeñe como Director de Inteligencia del Ejército, no recibí asignación alguna para cubrir los gastos requeridos en el cumplimiento de las misiones propias de inteligencia, conocidos comúnmente como partida secreta; a excepción de los destinados para gastos administrativos o de funcionamiento. Imponiéndose el pensamiento de Federico II de Prusia, que nos indica que:   "El que pone el corazón en lo que hace, encuentra recursos y soluciones donde lo ineptos e incapaces han fracasado”.  Durante nuestra gestión nos cuidamos de cumplir con todos los pasos del Ciclo de Inteligencia, por lo que todos los documentos que se llevaron a conocimiento del Comandante General  del Ejército para la toma de decisiones, eran el producto de un trabajo serio, en los  que inclusive, se tenía el cuidado de precisar responsabilidades a fin de salvaguardar la integridad moral y física de los indiciados, teniéndose presente que la decisión final, era de la estricta  competencia del jefe, aunque lamentablemente debo reconocer que pase por la triste situación de ser odiado por una apreciable cantidad de Generales del Ejercito. ¡Claro!. Pero por los que andaban en cosas raras y que aún no me perdonan., Lo que me tenía sin cuidado, por tener la convicción de estar cumpliendo además de mi deber, con el mandato de:" La verdad y la honestidad en alto".
Lo que si me llamaba la atención, era la forma como estos se enteraban. de los trabajos en los que se informaba a la superioridad, sobre sus incorrectos procederes  Razón tenía Miguel Salazar, cuando al conocerse mi transferencia para el Comando de la 22 Brigada de Infantería con sede en MERIDA y en su defecto mi salida de la DIM, publicó en su columna “LAS VERDADES DE MIGUEL”, que para aquella época , escribía en la contra portada del “Semanario Quinto Día”, específicamente en el correspondiente a la Edición del 13 al 20 de Abril de 2001, , el comentario a saber: "EL GENERAL. No sabemos cual será el destino de Wilme Moreno, subdirector de la DIM, un militar de honor a toda prueba; son muchos los enemigos de Moreno en las circunstancias que le ha tocado desempeñarse, no olvidemos la trampa que le montaron. Por ella no fueron pocos los militares enemistados con él. Posiblemente sea el jefe del Regimiento Militar su sustituto, aunque no se descarta la permanencia de Moreno en su cargo actual".  
 EL  “PLAN ANTENA” , al que en su edición No. 190 del 02 al 09 de Junio de 2000, hiciera referencia el Semanario Quinto Día, mediante el titulo en su portada con la interrogante ¿Qué pasa en la DIM?, seguido de comentarios en la pagina, 24 con la afirmación: “Un general ve golpistas hasta en la sopa”, y de notas que indicaban de manera afirmativa que: “Wilmer moreno, segundo de la DIM, preparó un informe del cual no escapa ni el Ministro de la Defensa, ni otros altos jefes militares, y hasta el propio jefe de la DIM, en un fantástico plan conspirativo que denomina “Antena” y eso si es malo”, seguidos de comentarios que realizaron en la pagina 25, en los que se señala con nombre y apellidos a una serie de Oficiales generales; así como la información que le precediera, publicada en la pagina 2 del periódico Tal Cual, del 08 de Mayo de 2000, que bajo el titulo de DIM dividida ,señalaba que: “Ahora resulta que la Dirección de Inteligencia Militar .también se encuentra dividida y no precisamente entre los seguidores de Arias Cárdenas y los de Chávez. Sino entre los oficiales y personal civil que forman parte del grupo liderizado por el actual director de la DIM, general Ovidio Poggioli y los del nuevo subdirector (cargo creado) Wilmer Moreno. Esta ultima designación ha creado gran malestar y supuestamente obedeció a la molestia del Presidente de la República con Poggioli, a quien sustituirá el próximo mes de julio”.  Son  a mí entender, claros indicios de los planes que se tenía para sacarme del juego.
Si revisamos la lista de los generales señalados por la periodista Sebastiana Barraez en el artículo de su autoría, (¿golpistas hasta en la sopa?), nos podremos dar cuenta de que los mismos con ciertas excepciones, sus nombres se  corresponden con los de los oficiales generales que de una u otra forma tuvieron participación en los sucesos de Abril de 2002.    Siendo uno de ellos el que supuestamente iba a ser designado Director de la DISIP en el fallido gobierno de Carmona; o sea, al mismo que le disgusto mi nombramiento como subdirector de la  DIM., el mismo que inmediatamente después de mi designación, se opuso al nombramiento de dos Coroneles que me acompañarían en mis funciones y que de igual forma, prohibió el ingreso a la DIM., a mi ayudante el MT/3ra. HECTOR GOMEZ CARBALLO., (a lo mejor para que yo me molestara y adoptara una actitud inconveniente, por lo que no podía caer en su juego). El mismo que trato de montarme una trampa utilizando para ello a  Coroneles de su confianza que trabajaban bajo su mando en la DIM.; quienes utilizaron la coartada de suministrarme informaciones sobre la supuesta participación del Ministro de la Defensa para la época, GD (Ej) Eliécer Hurtado Soucre, en labores conspirativas, y otras que en esta oportunidad prefiero reservarme por considerarlas aspectos internos de la institución militar; para luego llevarlas a conocimiento del propio General Hurtado Soucre,  haciéndole ver que mediante trabajos de inteligencia  habían determinado que el General Wilmer Moreno,  estaba manejando dichas  informaciones, con el agravante de que nada más y nada menos, se mencionaba al Ministro de la Defensa y al Comandante General de la Guardia Nacional, en supuestas acciones desestabilizadoras: En otras palabras, tratando de presentarme como el malo de la partida. El Loco que veía golpista por todas partes. ¡Hasta en la sopa!   ¿Qué tal?.
De esta situación logré salir airoso entre otras cosas, cuando al ser llamado el día miércoles 24 de Mayo de 2000, por el Gral. Hurtado Sucre a la sede del Ministerio de la Defensa, ante las preguntas que éste me hiciera sobre el porque de mi actuación y al darme cuenta de la coartada;  ante cada una de las preguntas que intentaba hacerme el General Hurtado, sin que este concluyera con las mismas; de manera respetuosa lo interrumpía terminándole de completar la frase, agregándole además que la información era cierta, pero que  no era precisamente mi persona el que la estaba manejando y que por el contrario, la misma me la había suministrado tal Coronel; a lo que éste agregaba: “Que coincidencia, te refieres al mismo que me hizo saber que eras tu el que la estaba trabajando”. Lo mismo sucedió ante cada una de las aclarorias que se me solicito. . Es más, aún  recuerdo que cuando tratamos la relacionada con la participación de su persona en planes desestabilizadores, le hice saber que  ante lo delicado de la misma, una vez que  recibí la información por parte del Coronel, de manera inmediata la compartí con el General Poggioli, quien muy   calmado,  me señalo: “Sea Ministro o quien sea, si esta conspirando hay que investigarlo”. Bueno como podrán darse cuenta,  al parecer la idea era otra. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
La citada reunión se efectuó ante la presencia de los .Generales Germán Marín Gómez y Lucas Rincón, quienes acompañaban al Señor Ministro de la Defensa en su Despacho. Y quienes por supuesto podrán dar fe de lo sucedido. Asimismo, logré que llamaran al despacho, al Tcnel. Comandante del Batallón Ayala, ello, mientras yo  permanecía en una habitación contigua;  pudiéndose corroborar otros detalles sobre las autorías de las informaciones. Por cierto, que después de tanto esperar, salí de la habitación en el momento en que los Generales estaban por retirase, olvidándose que yo estaba en la habitación. Por lo que, luego de pedirme disculpas, el General Hurtado. Me dijo: “Poggioli tendrá que responder por esto”. . Pero cual sería mi sorpresa, cuando  a los pocos días de este episodio, fui llamado a la Casona en donde el jefe al que mantenía informado de mis actuaciones y en especial sobre el trabajo que me había encomendado sobre los “CAMALEONES”;  el mismo que  había estado presente en la entrevista realizada días atrás en el despacho del Ministro de la Defensa, prácticamente me dejó solo, al callar y no asumir su responsabilidad ante nuestro Comandante en Jefe. “Sólo sé, que nada sé”. Valga la oportunidad para señalar que esta frase pertenece a “Sócrates” y no a “Séneca”.  Eso sucedió en horas de la mañana, siendo convocado nuevamente para horas de la tarde, esta vez, con el Ministro de la Defensa, en la que una vez en La Casona y  luego de que se nos autorizara el ingreso al área interior, pudimos observar al señor presidente recogiendo mamones, los cuales muy amablemente nos ofreció. Lo que asumí como un indicio de su buen estado de ánimo. Ello sin enterarse que uno de los presentes al observarlo en esa acción, había dejado colar la expresión: “El Presidente como que esta loco, esta hablando con la matas". Yo lo asumí como una falta de respeto, que hasta la presente fecha preferí guardarme, teniendo muy claro que para aquella época, eran muchos los que se negaban a aceptar que aunque por voluntad popular, un Teniente Coronel con todas las de la ley,  en su condición de Comandante en Jefe, fuera su superior y mucho menos Presidente de la República. Por cierto, mientras ello sucedía uno de los más calificados murmuradores, utilizaba todas las herramientas que le proporcionaba su cargo en Informática, para tratar de sacar de los discos duros de las computadoras de la Dirección de Inteligencia cualquier información relativa al supuesto documento señalado en el semanario Quinto Día, como el Plan Antena… Ello para tratar de comprometerme, pero, ¿Comprometerme en que, o con que? Si en todo caso, de haberse comprobado  la existencia de tal informe, lo que debía quedar claro, era que estaba cumpliendo con el deber que me imponía el hecho de estar desempeñando el cargo de Director de Inteligencia del Ejército, y en el caso que nos ocupa, con la  neutralización de cualquier indicio de desestabilización. ¡Inteligencia es sinónimo de alerta temprana! Regresando al tema relacionado con  la reunión realizada en la Casona, que traigo a colación en virtud de que  el mismo General Poggiolli, se ha encargado de mostrar su propia versión, obviando aspectos por demás interesantes, como el hecho en el que de manera tergiversada afirma, que me solicitó Juicio Militar, por estar haciendo proselitismo político en la DIM. Y que a su vez, había amenazado con botar de la DIM a todos los funcionarios que no tuvieran con el proceso. Lo que aclaré en dicha reunión, previa solicitud de permiso al Señor Presidente,  diciéndole  que lo cierto era, que en reunión de trabajo con todos los funcionarios de la Dirección, de Inteligencia Militar,  los había motivado a trabajar en función de la Seguridad del Estado, porque no se podía entender, ni concebir, la presencia en nuestra institución, de funcionarios que no actuaran en esa línea. Eso motivo al Señor Presidente a increparle al General Poggioli,: “¿Usted no esta claro General?”,  procediendo de inmediato a ordenar su destitución y no precisamente en los términos que este utilizó durante la interpelación en la Asamblea Nacional con motivo de los sucesos de Abril de 2002  y en otras intervenciones posteriores en las que  ha afirmado, sin explicar el porque, que   su salida se efectuó en el mes de Julio, fecha en la que normalmente se realizan las transferencias y no en el mes de Mayo, tal como lo había ordenado el Señor Presidente.  Hay que reconocer que en realidad su transferencia se produjo en el mes de Julio, pero por una consideración del señor presidente, ante la  solicitud del General  Poggioli, de que por favor, no fuera en Mayo, sino en Julio, aduciendo  que pensara en la familia; a lo que al consultárseme, manifesté que no tenía problema alguno en seguir trabajando bajo las ordenes de éste hasta que la superioridad así lo considerara, siempre en el marco del respecto mutuo. Ello en concordancia con la actitud de búsqueda de consenso y de conciliación que desde el mismo inicio de la reunión, no solamente mostró el Señor Presidente, cuando nos ofreció los mamones, sino que puso de manifiesto de manera por demás notoria, a través de sus primeras palabras, cuando para iniciar su intervención lo primero que hizo fue invitarnos a dejar a un lado las diferencias que pudieran estar afectando nuestras relaciones; con lo que asumí que su intención  no era otra que  la búsqueda de una solución concertada ante la consideración de la existencia de  problemas entre el Director y Subdirector de la DIM.. (Recordar lo señalado en el periódico “Tal Cual”, pagina 8 del 08MAY2000, información publicada bajo el título “DIM dividida”), actitud que fue modificando, sin muestras de alteración, ante la soberbia que desde el inicio y a lo largo de la reunión mantuvo el General Poggioli,   Lo que  finalmente provocó la toma de la decisión antes señalada.  De esta reunión hizo referencia el Semanario Quinto Día, al enterarse no se por boca de quien, Señalando. ”El martes hubo una reunión en Miraflores, y de ese encuentro Moreno salió guapo y apoyado”. La realidad es que en la reunión solo estábamos cuatro personas a saber: El Señor Presidente, el Ministro de la Defensa, el General Ovidio Poggioli y mi persona,
En horas de la noche de ese mismo día, fui convocado a una nueva reunión, esta vez en el despacho del Ministro de la Defensa, en la que el General   Hurtado, se limito a  agradecerme mi actitud conciliatoria, con la que según él, se había logrado que  los cambios se realizaran en el mes de Julio y no en el mes de Mayo como inicialmente se había ordenado; mes en el que también debía entregar mi cargo, ya que la decisión tomada por el Señor Presidente, también incluía mi transferencia, (por no llamarla, destitución). Tal como fue reseñada en el Diario “El Nacional” en articulo de Jorge Molina Chacín, publicado el día 26 de Mayo de 2000, en la pagina D - 4 y otro de Javier Ignacio Mayorca,  publicado en la pagina D – última el día 27 de Mayo de 2000. 
En el mes de Julio de 2000, el General Poggioli, fue designado “Presidente del Instituto Autónomo Aeropuerto Internacional Simón Bolívar” y  en su reemplazo, para el cargo de Director General Sectorial de Inteligencia Militar, se designó al General de Brigada Pedro Alí Barrios Zurita, compañero y amigo del General Lucas Rincón, con lo que debo reconocer que una vez más, lograban el objetivo de evitar mi designación para un cargo desde el que podría representar un obstáculo para sus aspiraciones personales, ya que en la oportunidad en que me le presenté al señor presidente en su despacho en Miraflores, luego de haberlo enterado de las inquietud que me había confiado el Jefe del CUFAN, en cuanto a la realización de las elecciones previstas para el 28 de Mayo de 2000 y después de compartir conmigo la lectura de un articulo publicado por Ibsen Martínez en un Diario de circulación nacional, éste alcanzo a decirme: “A partir de este momento eres mis ojos y mis oídos. Debes hablar conmigo por lo menos una vez a la semana. La idea es que en el mes de Julio recibas la DIM.”   
En lo que a mi respecta,  les confieso que así como en otras ocasiones, no me quedó otra alternativa que asimilar con profesionalismo, los efectos del cambio de rumbo de los ofrecimientos que se me habían hecho y más aún cuando detrás de ello,  no se me daba explicación alguna, y  que la decisión tomada para que permaneciera en la Dirección de Inteligencia Militar, más allá de una ”Ratificación de cargo”,  debía ser considerada como la “Legalización de mi permanencia en dicha institución”, ya que  tuvo que pasar el lapso de casi un año y ocurrir lo  que ocurrió, para que mediante Resolución No. DG 5740 del MD, se formalizara mi designación como Sub Director de la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar”. Dicho en otros términos, que si se hubiese ratificado la orden de mi destitución, con solo retírame físicamente de las instalaciones de la DIM hubiese bastado para dar cumplimiento a tal disposición. Ello en razón a la inexistencia de un resuelto que respaldara la designación de la que había sido objeto desde hacia casi un año, por orden del Señor Presidente. Hay que estar claro y actuar como sentido verdaderamente bolivariano en el cumplimiento del legado de nuestro Libertador Simón Bolívar  en el que con un ejemplo histórico nos indica: “Yo soy soldado, y mi deber no me prescribe otra cosa que la ciega obediencia al gobierno, sin entrar en examinar la naturaleza de sus disposiciones” porque como es lógico suponer:   La seguridad del país,  debe estar por encima de cualquier palabra”  
Finalmente debo  reconocer que aunque la situación no fue nada fácil, el apoyo moral de mi hermano Hernán Moreno (El Kato), mi fiel asistente Alirio Carucci, entre tantas otras personas y el asesoramiento que en todo momento me proporcionó mí siempre recordado amigo el Coronel y Abogado Claudio Turchetti, resultaron fundamentales para superar, los obstáculos encontrados en el camino. Hasta ellos el más sincero de los agradecimientos.
       Espero poder seguir compartiendo con ustedes otras entregas, en las que entre otras cosas les comentaré las intenciones que se tenían para enviarme a Rusia en Enero de 2002, antes de los sucesos de Abril. Lo que les adelanto fue dejado sin efecto por instrucciones del Señor Presidente, una vez que hable con él, luego de la cena navideña realizada en el Circulo Militar de Caracas el día 28 de Diciembre de 2001.
   “Tengamos una conducta recta y dejemos al tiempo hacer prodigios”                       
                                      
                                             Bolivarianamente
                            GB (EJNB) WILMER ANTONIO MORENO
                                   wilmemoreno@hotmail.com

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