martes, 12 de abril de 2011

La Conspiración (II) Movimientos y momentos


GB WILME MORENO
wilmemoreno@hotmail.com


Una vez que el Consejo Supremo Electoral (CSE) reconoce el triunfo del Comandante HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS como Presidente de la República y éste inicia sus actividades desde la Residencia Presidencial "LA VIÑETA", ubicada en las inmediaciones del Circulo Militar de Caracas, comienza la selección y el llamado de los profesionales militares que lo acompañarían en sus funciones de gobierno, entre los que recuerdo al GD (Ej) RAUL SALAZAR RODRIGUEZ, quien ocuparía el cargo de Ministro de la Defensa, al GB (Ej) LUCAS E. RINCON ROMERO, para el cargo de Jefe de la Casa Militar, al Coronel (Ej) RAUL ISAIAS BADUEL, como Secretario Privado y al Mayor (Ej) PEDRO I. PEREZ RAVELO, como Secretario Personal.  En lo particular hice acto de presencia en La Viñeta, a donde fui llamado por el Cnel. (Ej) COLMENARES GOMEZ, Sub Jefe de la Casa Militar designado; para ser informado de las intenciones del Presidente electo de designarme para el cargo de Comandante del Regimiento de la Guardia de Honor, a lo que en conversación con el Cnel. (Ej) RAUL BADUEL, este me dijo: "Compañero, no podemos permitir que nos separen. Te digo esto porque el General RAUL SALAZAR esta presionando para lograr la designación del Coronel (Ej) CARLOS RODRIGUEZ GRAU, como Comandante del Regimiento de la Guardia de Honor".  Para ese momento yo estaba ocupando cargo en el Cuerpo de Inspectores de la Inspectoría General del Ejército, a donde había sido destinado bajo supervisión, como en todos los cargos que ocupé desde mi regreso al país, una vez que culminé el Curso de Estado Mayor en el Reino de España. Ello, "Por no ser confiable para comandar, para lo que estaba siendo objeto de investigación por la Dirección de Inteligencia del Ejército, por mis supuestas implicaciones en el golpe de Febrero de 1992". Tal como me lo expresara en Julio de 1992, el GD (Ej) PEDRO R. RANGEL ROJAS en su condición de Comandante General del Ejército.

Por otra parte, una vez conocida su designación como Comandante General del Ejército, el GD (Ej) NOEL MARTINEZ OCHOA, quien para el entonces desempeñaba funciones como Jefe del Comando Unificado de las Fuerzas Armadas (CUFAN), haciendo uso de sus atribuciones,  procede a considerar las designaciones para los  cargos de confianza dentro de la estructura del Ejército, a los Oficiales que lo acompañaban en el CUFAN y quien terminaban de cumplir de manera excelente con las funciones que les correspondían en el recientemente ejecutado Plan República; a saber: Al Jefe de su Estado Mayor, Coronel (Ej) HUGO LINO USECHE VIVAS, para el cargo de Director de Finanzas del Ejército, al Jefe de Personal, Coronel (Ej) RAFAEL C. MARTINEZ MORALES, para la Ayudantía General y a su Oficial de Operaciones, Coronel (Ej)  JULIO QUINTERO VILORIA, para el cargo de Director de Adquisiciones del Ejército. Todos estos nombramientos se hicieron efectivos a excepción de este ultimo y el del Regimiento de la Guardia de Honor en el que hubo un enrosque, ya que por recomendación del Coronel (Ej) Rafáel Martínez Morales, el Coronel (Ej) Julio Quintero Viloria, finalmente fue designado Comandante del Regimiento de la Guardia de Honor, aduciendo tal como me lo señalo personalmente que desde dicho cargo, éste tendría mayor oportunidad para lograr ascender al grado de General de Brigada, en virtud de sus tres años de retardo. Por lo que con mi designación como Director de Adquisiciones del Ejército y al integrarme al equipo de trabajo del GD (Ej) Noel Martínez Ochoa, se materializa lo que denomino en este articulo, como la primera parte de los movimientos y momentos.  ¡Es realidad, es historia y es mi deber contribuir a escribirla!

De mi paso aunque muy fugaz por la Dirección de Adquisiciones del Ejército me quedan entre otras, la experiencia de haber recibido dicho cargo en el mes de  Enero de 1999, con la situación un tanto incomprensible de que la partida reservada al Comandante General del Ejército para el apoyo a las unidades, había sido consumida casi en su totalidad en la adquisición de bienes muebles dotados a la 73 Brigada de Cazadores, unidad que estaba siendo comandada por un hermano del Comandante General del Ejército saliente. Señalo incomprensible, porque apenas estaba iniciándose el año fiscal. No quedándonos otra alternativa, que por instrucciones del GD (Ej) Noel Martines Ochoa, dando muestras de nobleza, limitarnos a pasar revista en el sitio a dicho material, a fin de comprobar su presencia física. Faltando solo un Juego de Comedor, que posterior a su recuperación, en consideración de su suntuoso costo, fue dotado a la Academia Militar de Venezuela. Este Juego de Comedor tiene en su haber otra historia que por ahora prefiero reservármela.  Así como la no muy agradable experiencia de haber podido sortear las presiones de algunos ex-comandantes de la Brigada de Paracaidistas, para favorecer a un proveedor de sus afectos, con no muy grata experiencia en el cumplimiento de una anterior entrega. Imagínense lo que significaría poner en riesgo la vida de nuestros aguerridos Soldados Paracaidistas.

Como era de esperarse, ante la entrega de Comando General del Ejército por parte del GD (Ej) Noel Martínez Ochoa al GD (Ej) Lucas Rincón Romero, se procedió a la elaboración de una lista a ser presentada al Señor Presidente de la República, con la recomendación de los cargos a ser asignados a los Oficiales Generales del Ejército, en la que se me destinaba para el Comando de la 52 Brigada de Infantería con sede en Upata – Edo. Bolívar, para lo que a mi amigo gratuito que no resultó favorecido en la licitación de paracaídas y que se vanagloriaba de su afinidad con las nuevas autoridades del ejército, se le escucho decir en los pasillos de la comandancia que: "El General Wilmer Moreno, va muy bien, va lo más cerca posible de su familia que esta en el Oriente. Va para Upata". Por supuesto que en tono irónico y con mucha alegría, que le duró hasta que al regresar la lista desde Miraflores, se pudo observar de puño y letra del Señor Presidente, que mi nuevo destino sería el de DIRECTOR DE INTELIGENCIA DEL EJERCITO, lo que asumí como la reafirmación del compromiso adquirido en el año 1983, en el que junto al Teniente (Ej) GUSTAVO JOSE VILLEGAS JULIEN, invitados por el Compañero de Promoción, Teniente RAUL ISAIAS BADUEL ingresamos al movimiento. Que por cierto, este episodio me permite recordar que “El GOLY”, como cariñosamente conocemos a Gustavo Villegas, se quedo en el camino con el grado de Teniente Coronel, cuando en la cuarta república, en cumplimiento de nuestro juramento de luchar contra la corrupción,  ante presiones superiores no tubo otra alternativa que pedir la baja e irse a otros destinos con su frente muy en alto. Con la lamentable situación que presenta en estos momentos en que después de tanto sacrificio y de obtener su titulo de abogado, en el cumplimiento de sus funciones como Gerente de Asuntos Legales de una empresa del estado, se niega a avalar algunos documentos ante la supuesta presencia de indicios de corrupción, por lo que fue despedido. Ello también y ahora con más razón, en cumplimiento del juramento que juntos reafirmamos en una reunión en el Sector "PRADO DE MARIA" de la Ciudad Capital, realizada en aquellos años de reflexión.  Señor Presidente, él ha agotado todos los medios para tratar de hablar con usted. Por favor mándelo a llamar para que por lo menos le conceda la satisfacción de ser escuchado por el líder del proceso al que pertenecemos desde 1983. No podemos perder al Goly.

Por otra parte les confieso que jamás y nunca había trabajado en el área de inteligencia, pero igual les confio que asumí y ejercí dicho cargo con la pasión, la entrega y el desprendimiento que me exigía el hecho de sentirme parte de un movimiento que ya no estaba luchando por llegar a ser, o a estar,  sino que por el contrario ya éramos o estábamos en condiciones de cumplir , no para servirnos, sino para servir y poner en practica todo lo que habíamos convenido  poner en practica una vez se materializaran nuestros sueños, que no eran otros que encaminar nuestras gestiones en función de un pueblo y que en lo personal se reafirmo una vez que mis tíos  Pepe y Moncho, me regresaran el ejemplar del Libro "MAISANTA", que en Septiembre de 1990, de puño y letra, me había dedicado el Tcnel Hugo Rafael Chávez Frías, diciéndome éstos: "Aca tienes el libro que nos habías confiado, te lo regresamos animados por su contenido. Ponlo en practica". No  era para menos, en el encontré dos mandatos o mejor dicho, lo que a partir de ese momento asumí como los dos mandamientos de la Ley de Chávez: "La Verdad y la Honestidad en alto”, para lo que me permito compartir con ustedes el texto completo que a continuación cito:  "Para Wilmer Moreno, tremendo amigo, de esos que nos convencen con los hechos acerca del altísimo valor de los hombres que andan con las banderas de la verdad y la honestidad en alto. Como también cabalgo Maisanta con los pendones de la libertad por los mil caminos de la patria anhelante".  Caracas Septiembre de 1990.

 
Al asumir el cargo, fueron muchas las personas que se me acercaron, entre ellas la representante de dos revistas de análisis internacional, que resulto ser la esposa del ciudadano Alejandro Peña Esclusa, de conocida tendencia ideológica y fuerte opositor al Gobierno legal y legítimamente constituido; y por otra parte el  Agregado Militar del Ejército de los Estados Unidos, a quien  durante los sucesos de Abril de 2002, se pudo observar en Fuerte Tíuna. Por supuesto que en su debida oportunidad, a todas estas personas se les aplicaron  las acciones de contra inteligencia que al más cortó plazo nos permitió conocer sus verdaderas intenciones. Entiendo que muchos querrán conocer detalles más específicos sobre las situaciones presentadas. Pero por disciplina y deber patrio,   solo puedo compartir con ustedes, los  que son el producto de mis vivencias personales, más no, los relacionados con documentos clasificados, que por su naturaleza, son patrimonio institucional, que  podrán salir a la luz publica, hasta tanto no se proceda con su desclasificación. 

El segundo momento con su consiguiente movimiento, se corresponde con: “La autorización expedida mediante resolución ministerial firmada por el GD Raúl Salazar para que todos los Directores de Inteligencia de la Fuerza Armada Nacional, en la  que me incluían, visitáramos las instalaciones de la Escuela de las Americas, el Pentágono y el Comando Sur con el fin de conversar sobre la situación con Colombia y el Narcotráfico, a efectuarse en los Estados Unidos, desde el 06 de Diciembre hasta el 12 de Diciembre de 1990”. Precisamente en fechas muy cercanas al Día de la realización del referéndum aprobatorio de la constitución a realizarse el 15 de Diciembre de 1999, para lo que ya teníamos  pasajes y viáticos en manos. Abortándose dicha comisión  por decisión del señor Presidente de la República el día 04 de Diciembre 1999, una vez que le hice llegar mi inquietud a través del Tcnel (Ej) Jesús Urdaneta Hernández, quien para la época se desempeñaba como Director de la Disip.  Tuvimos que regresar los boletos de pasaje y los Dolarcitos que nos habían suministrado por concepto de viáticos. Pero se impuso el lema: “La Patria es Primero”

El Tercer episodio se corresponde con acontecimientos que se sucedieron durante la tragedia de Vargas , en la que sin descuidar mis funciones como Comandante general del Ejército, me correspondió desempeñarme a partir del 27 de Diciembre de 1999, como Comandante del Grupo de Tarea, con responsabilidades en el sector comprendido entre el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar y la población de Anare, bajo el mando del GD (Ej) Lucas Rincón Romero, quien compartía sus funciones de Comandante del Ejército , con las de Comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, que se conformo para atender los efectos de dicha tragedia, en  las que se hicieron presentes  las acciones con supuestos intereses desestabilizadores, implementadas para tratar de involucrar a los miembros de las Fuerzas Armadas Nacionales y de la Disip, en casos de violación de los derechos humanos, específicamente a través de denuncias que nunca pudieron ser comprobadas , sobre la  presencia de cadáveres de posibles victimas de estos, que estarían en el fondo del mar del sector litoralence (El Nacional 20 de Enero de 2000), así como enterrados en el campo de Golf de Caraballeda. Labores estas a la que en cumplimiento de mis funciones tuve que asistir. Recuerdo que a la actividad de monitoreo realizada en el sector los silos del puerto de la Guaira, entre otros, además del General Lucas Rincón y mi persona, asistieron los fiscales del ministerio publico Luís Gandica y Reinaldo Barazarte, quien se sumergió en las aguas del puerto hasta un limite determinado; y que a la actividad de búsqueda que se realizo en el campo de Golf de Caraballeda, además del GD (GN) Vice ministro de seguridad ciudadana y mi persona, hizo acto de presencia la periodista Vanesa Davies, utilizándose una maquina retroexcavadora, sin encontrarse evidencia alguna.
Como parte de mis funciones en Vargas, me correspondía permanecer atento ante la presencia del Señor Presidente de la República quien de manera casi permanente hacia acto de presencia con la finalidad de realizar un monitoreo personal de la situación, para lo que disponía de un Puesto de Comando en el sector de Macuto. Una anécdota de ello, es que una noche en la que regresaba de pasar revista a los dignificados ubicados en el Gury, estado Bolívar, luego de darle las respectivas novedades, me pidió lo acompañara hasta las instalaciones de la rampa presidencial en donde le ordenó al GB (Ej) Rafael Martínez Morales que me entregara la Casa Militar lo más pronto posible señalando además que no quería que esa información saliera a la luz publica hasta tanto se oficializara. Cual sería mi sorpresa cuando al otro día dicha información salio reseñada en algunos medios de comunicación; lo que según pude conocer, se tradujo en que la entrega se dejara sin efecto. A lo que como Séneca, no me quedo otra alternativa que decir: ¡Solo se que no se nada!

Finalmente y para finalizar con esta segunda entrega voy a hacer referencia a un evento que desde hace mucho tiempo he tenido como una espinita que tenía que sacarme al no lograr entender porque otros han guardado silencio ante la información de que el Señor Presidente había rechazado la ayuda norteamericana. (¡Yo estaba ahí, no me lo contaron!).  Resulta que el Ministro de Defensa para la época,  solicito el apoyo de  los Estados Unidos para  atender algunos requerimientos de los efectos de la tragedia de Vargas. (Que sepa yo, esto le corresponde a los que manejan la política exterior). Apoyo este que se manifestó inicialmente a través de los Helicopteros Black Hawks, que por lo que a mi me consta cumplieron una encomiable labor en materia de evacuación de dignificados, de heridos e inclusive de mujeres en estado de gravidez. No obstante mi observación se refiere a la información que de tanto señalarse y que sin encontrar contraposición alguna, es asimilada como veraz por la opinión pública. "Una mentira repetida varias veces, se convierte en verdad". Por ello, mi interés en compartir con ustedes los hechos verdaderos.

. Producto de la  solicitud de apoyo, se recibieron carretillas, picos y palas y se nos informo que vía marítima venía desplazándose un contingente de efectivos del Comando Sur. Lo cierto del caso es que mientras ello sucedía, se realizó una reunión en la sala habilitada para tal fin en el Comando de la Fuerza de Tarea Conjunta, a las que  estaba obligado a asistir. A la misma, además del GD (Ej) Lucas Rincón Romero, asistió un representante del Comando Sur. Creo estar seguro que era el Comandante, pero en realidad no lo puedo asegurar. Lo que si puedo afirmar sin lugar a dudas,  es que en dicha reunión el General Lucas Rincón, solicitó a dicho representante, “se cambiara el para que de la misión de apoyo solicitada”, que consistía en el despeje de la vía que va desde Maiquetía hacia Naiquatá, en virtud de que dicha actividad ya había sido ejecutada en tiempo record y de manera efectiva por efectivos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército Venezolano, por lo que al no existir la necesidad del apoyo, se le solicitaba que en su defecto, nos apoyaran en las tareas de mantenimiento de la vía que comunica al Aeropuerto de Maiquetía con la ciudad de Caracas. Lo que de plano fue negado al aducir el representante del Comando Sur, que ellos solo estaban autorizados por el Senado Norteamericano para realizar las tareas de despeje de la vía Maiquetía - Naiquatá, por lo que no podían apoyar nuestro requerimiento. Tal afirmación trajo como consecuencia que por mutuo acuerdo se procediera a dejar sin efecto la participación de los efectivos del Comando Sur en labores de despeje de vías, quedando muy claro que ello obedecía,  a  las limitaciones que al respecto les imponía, la misión que  el Senado norteamericano les había autorizado y que estaba circunscrita única y exclusivamente a las labores de despeje de  la vía, a fin de facilitar el transito de la ayuda humanitaria dirigida a los dignificados. Tarea esta que tal como les señale, ya había sido ejecutada en tiempo record y de manera efectiva por el personal del Cuerpo de Ingenieros de nuestro glorioso Ejército Venezolano.
Espero con este humilde aporte dejar aclaradas las dudas que pudieran existir al respecto, despidiéndome de ustedes hasta una próxima entrega
¡Dedicado a la memoria del Mayor (Ej) Alexander J. Sequera U, a un año de su partida al encuentro con el General de Generales!
 
“Las Verdades reviven y fortalecen la historia. Las Mentiras la tergiversan y  debilitan”

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